La importancia de los
ciudadanos y sus innovadores modelos asociativos para la producción,
distribución y consumo de energía procedente de las RES (fuentes de energía
renovables) dentro de urbanizaciones con los más altos estándares de eficiencia
energética -las llamadas comunidades energéticas- son factores clave cada vez
más prominentes en la transición ecológica europea. Estas comunidades no sólo podría
ser "prosumidores" estratégicos de electricidad, sino que a nivel
local existe una creciente conciencia entre los actores políticamente
relevantes de que el comportamiento de los ciudadanos es la clave del éxito de
la transición energética.
Una prueba de esto se presentó
los días 24 y 25 de septiembre, en el marco del proyecto europeo Horizon 2020 NRG2peers, cuyo objetivo es facilitar el surgimiento de
comunidades energéticas, cuando el Ayuntamiento de Milán organizó en su Borgo
di Chiaravalle dos jornadas de encuentros, juegos para niños, actividades y
análisis en profundidad entre ciudadanos y realidades locales para sensibilizar
sobre las cuestiones energéticas urbanas y promover soluciones innovadoras a sus
múltiples aspectos críticos, gracias al estudio y réplica de casos de éxito.
Durante el primer día del
roadshow con el objetivo de presentar y dar a conocer las actividades de la Dirección de el
Projecto Ciudades Resilientes del Ayuntamiento de Milán y los proyectos implementados
en el área de Milán de Chiaravalle destinados a conseguir tanto los ambiciosos
objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático como la neutralidad de
carbono, Mihaela Mircea ilustró las contribuciones del
proyecto VEG-GAP en la Ciudad Piloto de Milán, ofreciendo un ejemplo de cómo
para el éxito de las comunidades energéticas son indispensables las
aportaciones del estudio sobre los efectos de la vegetación en la calidad del
aire urbano y el clima, ya que son capaces de potenciar las sinergias entre sus
acciones a nivel de edificio y de distrito (por ejemplo, en la mitigación de
las llamadas "islas de calor" incluso dentro de los espacios
residenciales o en la eficiencia energética de los edificios implementados con
soluciones basadas en la naturaleza, como los muros y tejados
"verdes").
En particular, la contribución
del coordinador del proyecto VEG-GAP al roadshow puede resumirse con las
siguientes conclusiones:
1. La temperatura del aire y
los niveles de contaminación sobre el área de la ciudad varían según las
diferentes combinaciones de vegetación y morfología urbana.
2. Las variaciones horarias de
la temperatura del aire y de los niveles de contaminación son varias veces
superiores a las variaciones anuales y deben tenerse en cuenta en las
evaluaciones de los efectos sobre la salud, tanto de los seres humanos como de
los ecosistemas.
3. Las estrategias de lucha
contra la contaminación atmosférica y el cambio climático en las ciudades deben
diseñarse conjuntamente teniendo en cuenta las características de los
ecosistemas urbanos/vegetación.
4. Deben evaluarse los efectos
de la planificación y el diseño urbanos en la contaminación atmosférica y el
cambio climático, ya que tienen un impacto a largo plazo en el futuro de la
ciudad.