Emilio Ambasz es famoso por su arquitectura vanguardista, que pretende
fomentar el diálogo entre la naturaleza y la arquitectura. Su estilo distintivo
se manifiesta en edificios caracterizados por jardines, que el propio
arquitecto ha descrito como "verde sobre gris".
Considerado como uno de los arquitectos y diseñadores contemporáneos más
conocidos, sus proyectos a lo largo de los años han dado lugar a una
integración del "edificio-naturaleza", tomado como piedra angular de
una nueva ética de la construcción.
El proyecto VEG-GAP partió de la constatación de que, para lograr una
integración holística de las políticas urbanas para la realización de las
"ciudades del futuro", un método esencial es mejorar la vegetación de
estas ciudades. En este contexto, se consideró que la restauración de la
vegetación de la ciudad era una condición necesaria para conseguir dos
resultados diferentes: un aire más limpio y un mejor clima.
Por estas causas, el consorcio VEG-GAP considera el premio de la
universidad boloñesa como un avance positivo en su ciudad piloto de la
conciencia de cómo el verde urbano puede ser una realidad cultural plena.
Una concordancia con la filosofía de Emilio Ambasz y con la decisión del
Alma Mater, demostrada por el apoyo total de VEG-GAP al mensaje que el
arquitecto dio a los jóvenes estudiantes presentes en la ceremonia: la
necesidad de crear en sus futuras obras imágenes alternativas que promuevan una
vida mejor.